Sergey Melnik con su esposa tras su liberación, diciembre de 2025
Sergey Melnik con su esposa tras su liberación, diciembre de 2025
Condena de seis años cumplida — Otro creyente de la región del Volga, Sergey Melnik, abandona la colonia penal
Región de Volgogrado, Región de KirovSergey Melnik, de 53 años, uno de los Testigos de Jehová de Volgogrado, pasó más de cuatro años y nueve meses en prisión. Su condena por su fe terminó el 18 de diciembre de 2025. Sergey salió de la colonia penitenciaria en Kirovo-Chepetsk, desde donde tomará un tren de regreso a casa al día siguiente.
Melnik estuvo tras las rejas por primera vez en mayo de 2019: fue ingresado en un centro de detención preventiva tras un registro; Más tarde, fue enviado de nuevo al centro de detención tras anunciarse el veredicto. "Lo más duro fue soportar el aislamiento y preocuparme por mi familia. No sabía qué les estaba pasando", recuerda Sergey. "No hay cartas, ni visitas, ni llamadas." Más tarde, a Sergey se le permitió corresponderse. "En cartas, podíamos charlar de cosas cotidianas y sentir que estábamos juntos", añadió Melnik. "A través de amigos, incluso conseguí enviarle ramos con tarjetas a mi mujer."
Sergey había estado en la colonia desde marzo de 2022. Allí podía mantener el contacto con familiares mediante breves llamadas telefónicas. Familiares y amigos siguieron escribiéndole y, pocos meses antes de su liberación, el número de cartas llegó a 5.000. Melnik intentaba responder a cada uno, dedicando sus fines de semana a esto. Sergey es apasionado del fútbol, así que sus amigos le escribían sobre el progreso del torneo.
Mientras estaba en prisión, Sergey se formó como cocinero y trabajó en la cafetería con un horario de 2/2 horas. "Al principio, era difícil incluso picar, memorizar recetas y su secuencia, pero luego le cogí el truco y empecé a hacerlo todo rápido", dice. El trabajo era físicamente exigente: tenía que levantarse antes que los demás y pasar todo el día de pie, atendiendo a más de mil internos tres veces al día. Esta carga de trabajo no impidió que a Sergey le encantara cocinar: preparaba comidas junto con otros internos de su unidad y compartía recetas poco comunes con ellos.
La actitud del personal y los internos de la colonia hacia Sergey era amistosa; Muchos se sorprendieron por su optimismo y su naturaleza alegre. "Los chicos allí me llamaban 'el hombre de la sonrisa'. Solían decir: 'Entras en la cafetería, ves a Sergey sonriendo, y eso significa que nuestro día no va a desperdiciarse'", recuerda Melnik. El creyente no recibía recompensas.
A fecha de publicación, en 2025 15 Testigos de Jehová han sido liberados de las colonias rusas. Otros 126 creyentes continúan cumpliendo penas reales de prisión.




