Biografía
Mikhail Shevchuk es un testigo de Jehová de cuarta generación. Él y su hermano menor Aleksandr fueron perseguidos por sus creencias cristianas, al igual que sus antepasados que fueron exiliados a Siberia por su fe.
Mikhail nació en noviembre de 1986 en el pueblo de Goryachevodskiy, territorio de Stavropol. Desde la primera infancia, fue un niño comprensivo y trabajador. En su adolescencia, ayudó a su madre a coser ropa para la venta. En 2005, se graduó con honores de la Facultad del Instituto Pyatigorsk de la Universidad Federal del Cáucaso Norte con un título en tecnología de costura.
En 2006, Mikhail se mudó a Saransk, donde trabajó en la industria del mueble, primero como ensamblador y luego como diseñador. Es creativo en su trabajo y le gusta resolver tareas no estándar. En su tiempo libre, lee, charla con amigos, se relaja en la naturaleza, juega al ajedrez y, a veces, hornea pasteles para familiares y amigos.
En 2013, Mikhail se casó con Yaroslavna. Tienen un matrimonio fuerte y, según la pareja, hacen todo juntos. Yaroslavna contó lo que sintió cuando Mikhail fue arrestado: "Tenemos un vínculo muy fuerte y cercano. Y cuando se destruye, se siente como si el corazón se estuviera desgarrando".
La tatarabuela de Mikhail fue la primera de la familia Shevchuk en comenzar a estudiar la Biblia en 1936. Los padres inculcaron valores morales en sus hijos y, a una edad temprana, se embarcaron en el camino cristiano. El amor por las personas y el deseo de seguir siendo una persona pacífica llevaron a Mikhail a pedir el reemplazo del servicio militar por uno civil alternativo, pero fue eximido del servicio militar obligatorio por razones de salud.
Durante varios años, la pareja Shevchuk cuidó de la abuela gravemente enferma de Yaroslavna, y en el momento de la búsqueda vivía con ellos. Yaroslavna habla sobre las tristes consecuencias de lo sucedido: "Mi abuela experimentó mucho estrés durante la búsqueda. Tenía casi 91 años. No pudo calmarse en los últimos seis meses. Mi corazón no podía soportarlo".
En 2017, cuando se emitió el fallo para liquidar las entidades legales de los testigos de Jehová, Mikhail y su esposa asistieron personalmente a la sesión del tribunal en la Corte Suprema y escucharon la declaración de que la decisión no afectaría de ninguna manera el derecho de los creyentes a practicar su religión. Sin embargo, más tarde fue procesado por no renunciar a sus puntos de vista cristianos.